lunes, 23 de marzo de 2015

Yo María siempre virgen

Estaba tan sufriendo hasta que un macho me distrajo,
era su andar un torbellino de ansias, le seguí en lontananza,
era su vaivén un regalo de fuego y su regreso parecía un obelisco,
un Titán de frente pronunciado y labios de sutil indiferencia,
eran mis ojos los que lo sabían y mis bragas las que le acusaban
le miré, nos miramos, fueron pocos segundos y estaba inundada.

Nos retamos a muerte con el fin de encontrar a ésta en la batalla,
nos hablábamos como bardos ardientes a verso y onomatopeya,
nos habitamos dos horas, un siglo, no cuento el tiempo sino los latidos,
nos fuimos a la quiebra preferíamos la inanición a dejar de amarnos.

Bendita sea tu carne y la tez que le cobija
bendito se derrame el fruto dentro de mi vientre de luz,
yo María siempre virgen, me arranco una costilla,
palidezco de frente y me hinco ante tu magna cruz.

Dejaré que mis latidos se mezclen con el vino que es sangre de tu cuerpo,
y entonces comeré de esa carne que es cúspide de tu aurora de macho,
ahí pereceré, bendecida, desterrada, aturdida, silenciada, nunca te preguntes

qué es lo que sucede cuando el diablo se cruza en una mirada.

viernes, 13 de marzo de 2015

Unos besos de esos

Busco besos de esos que inician en la boca y terminan en los labios,
besos como ecos, besos calavera, besos en peligro de extinción,
besos que no son besos sino estigmas, que sepan a hombre o hembra,
que me jueguen a muerte, que me maten al instante o lentamente.

Nos juramos besos que nunca nos damos, nos damos besos que desconocemos,
nos aniquilamos y luego los besos se quedan al final de la faena, quietecitos,
mirando como el sudor se va evaporando mientras los cuerpos se despegan,
y ellos, besos,  se nos van convirtiendo en pesados peldaños de pesadilla
es entonces cuando soñamos que somos cuerdos como relojes, audaces,
y no decimos amor si no tenemos los sexos mezclados, nos damos besos
inquietos, graves, besos en silencio hasta quedar empañados como cristales.

Busco besos no recuerdos, besos que me pongan alas y me quiten lo moral,
besos que escupan mirando al cielo, de azúcar para la cama y de sal para el paladar,
besos en exceso sin medida a tocamiento, besos sin sereno, que velen,
que vuelvan al lugar predilecto, besos a los pies del viejo siglo, amortales,
tripartitos, ex profesos para arruinar otros besos, infinitos y gravitacionales,
besos en el vientre para el soberbio  y debajo de éste para el ungido.

Ofrezco besos por centenas, despacitos como si fueran el último
letales como si fueran de cobra, sedientos, de arrabal, besos de lupanar,
atemporales, inauditos, casuales sin que parezcan casualidad o circunstancia,
brunos como ciruelos, soberbios como poetas, de exceso como quimeras,
besos sinrazón, cannabicos besos, violentos como la palabra de Dios,
besos que inicien en la punta de la copa y terminen mordiendo la almohada,
busco y ofrezco besos, unos besos de esos.





















martes, 10 de marzo de 2015

Nos basta ser error para ser perfectos

Nos hemos mirado el miedo a través de la palabra
y por miedo me refiero al lugar que ama sin hablar,
entonces ladramos versos y éstos se van con su dueño,
el que alimento les procura y caricias les solivianta,
nos vamos viendo a distancia queriendo entender a la muerte,
esta nos cuestiona porque estamos hechos de letras que hablan,
que son poesía como nosotros, aunque no somos casi nada.

Quiero ser ese lugar de la mancha que siempre buscas recordar,
y también la inocencia que te sangra al escuchar. la palabra caramelo,
habitemos en un nuevo mundo de teoremas y metáforas estúpidas
no tomemos nada en serio, al final la vida va de lo mismo, se duele,
y entonces dolámonos en serio, ardámonos sin permitirnos hacerlo,
amanezcamos con una bofetada y durmamos atascados de besos.

Frágiles como cráneos
duros como cerebros.

Seamos viejos piratas que nada saben del amor y sus encuentros,
versemos que para eso estamos, besemos que de ello vivimos,
hagamos un galimatías, sembremos ese miedo que nos abate,

seamos caos y error, el error que le falta al mundo para ser perfecto.