martes, 28 de abril de 2015

Con éste me despido

Te dejo estas letras del exilio,
las que me quedaron cortas,
las que no pudiste escuchar
las que no supiste entender
las que me tildaron de puta,
las que me tacharon de roja.

Te dejo estas letras en el exilio
en las que te refugiaste nunca,
en las que te llevaste mi sed,
en las que postergaste el hambre,
en las que lloraste sin querer,
en las que colmaste al amor fingido.

Te dejo estas letras al exilio.
al darme la vuelta para no oler jazmines,
al secarme toda la tinta que mis ojos lloran,
al arrancarme el alma si tuviera una que arrancar,
al arriesgarme a cometerte como error,
al ser el error que te hacía casi perfecto.

Te dejo estas letras, este nombre mío,
las manos que he extraviado,
las piernas que he perdido,
la razón que me ha abandonado,
las causas, la casa fría, la cama sola,
el sitio inútil, el lugar funesto,
me iré con lo tuyo más allá del olvido,
a la tierra en la que van a morir las mariposas,

en la que tu nombre no existe y yo nunca he sido.

lunes, 23 de marzo de 2015

Yo María siempre virgen

Estaba tan sufriendo hasta que un macho me distrajo,
era su andar un torbellino de ansias, le seguí en lontananza,
era su vaivén un regalo de fuego y su regreso parecía un obelisco,
un Titán de frente pronunciado y labios de sutil indiferencia,
eran mis ojos los que lo sabían y mis bragas las que le acusaban
le miré, nos miramos, fueron pocos segundos y estaba inundada.

Nos retamos a muerte con el fin de encontrar a ésta en la batalla,
nos hablábamos como bardos ardientes a verso y onomatopeya,
nos habitamos dos horas, un siglo, no cuento el tiempo sino los latidos,
nos fuimos a la quiebra preferíamos la inanición a dejar de amarnos.

Bendita sea tu carne y la tez que le cobija
bendito se derrame el fruto dentro de mi vientre de luz,
yo María siempre virgen, me arranco una costilla,
palidezco de frente y me hinco ante tu magna cruz.

Dejaré que mis latidos se mezclen con el vino que es sangre de tu cuerpo,
y entonces comeré de esa carne que es cúspide de tu aurora de macho,
ahí pereceré, bendecida, desterrada, aturdida, silenciada, nunca te preguntes

qué es lo que sucede cuando el diablo se cruza en una mirada.

viernes, 13 de marzo de 2015

Unos besos de esos

Busco besos de esos que inician en la boca y terminan en los labios,
besos como ecos, besos calavera, besos en peligro de extinción,
besos que no son besos sino estigmas, que sepan a hombre o hembra,
que me jueguen a muerte, que me maten al instante o lentamente.

Nos juramos besos que nunca nos damos, nos damos besos que desconocemos,
nos aniquilamos y luego los besos se quedan al final de la faena, quietecitos,
mirando como el sudor se va evaporando mientras los cuerpos se despegan,
y ellos, besos,  se nos van convirtiendo en pesados peldaños de pesadilla
es entonces cuando soñamos que somos cuerdos como relojes, audaces,
y no decimos amor si no tenemos los sexos mezclados, nos damos besos
inquietos, graves, besos en silencio hasta quedar empañados como cristales.

Busco besos no recuerdos, besos que me pongan alas y me quiten lo moral,
besos que escupan mirando al cielo, de azúcar para la cama y de sal para el paladar,
besos en exceso sin medida a tocamiento, besos sin sereno, que velen,
que vuelvan al lugar predilecto, besos a los pies del viejo siglo, amortales,
tripartitos, ex profesos para arruinar otros besos, infinitos y gravitacionales,
besos en el vientre para el soberbio  y debajo de éste para el ungido.

Ofrezco besos por centenas, despacitos como si fueran el último
letales como si fueran de cobra, sedientos, de arrabal, besos de lupanar,
atemporales, inauditos, casuales sin que parezcan casualidad o circunstancia,
brunos como ciruelos, soberbios como poetas, de exceso como quimeras,
besos sinrazón, cannabicos besos, violentos como la palabra de Dios,
besos que inicien en la punta de la copa y terminen mordiendo la almohada,
busco y ofrezco besos, unos besos de esos.





















martes, 10 de marzo de 2015

Nos basta ser error para ser perfectos

Nos hemos mirado el miedo a través de la palabra
y por miedo me refiero al lugar que ama sin hablar,
entonces ladramos versos y éstos se van con su dueño,
el que alimento les procura y caricias les solivianta,
nos vamos viendo a distancia queriendo entender a la muerte,
esta nos cuestiona porque estamos hechos de letras que hablan,
que son poesía como nosotros, aunque no somos casi nada.

Quiero ser ese lugar de la mancha que siempre buscas recordar,
y también la inocencia que te sangra al escuchar. la palabra caramelo,
habitemos en un nuevo mundo de teoremas y metáforas estúpidas
no tomemos nada en serio, al final la vida va de lo mismo, se duele,
y entonces dolámonos en serio, ardámonos sin permitirnos hacerlo,
amanezcamos con una bofetada y durmamos atascados de besos.

Frágiles como cráneos
duros como cerebros.

Seamos viejos piratas que nada saben del amor y sus encuentros,
versemos que para eso estamos, besemos que de ello vivimos,
hagamos un galimatías, sembremos ese miedo que nos abate,

seamos caos y error, el error que le falta al mundo para ser perfecto.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Te sé, me sabes y eso es todo

Te sé de memoria y no me abate decirlo,
saber que te creas cuando mi humedad te habla,
pensar que existes en medio del verbo amar,
me gusta tu silencio para violarlo en pleno día,
tu pubis para anidar y crear mi bastión nocturno.

Eres ese mar de goce en que sueño sumergida,
la revolución ideal del placer, su muerte y su caída,
un bardo de lúbricas tendencias y miradas obscenas,
que en vez de manos lleva fieras dispuestas a la faena,
eres el encanto falto de nombre, las delicias del Bosco,
la cúspide trémula, la tentación más grave de Onán,
bucanero que encalla sin temor a salir herido de mi deriva.   

Me gusta saber que me invades y te precipitas,
sé de tu mañana porque estás desnudo y tiemblas,
es entonces cuando árida me lanzo a la hoguera
y ésta me tunde a muerte entre palos y perlas.

Te sé de memoria y me jacto al decirlo,
saber que habitamos en el mismo espasmo
pensar que hicimos pedazos nuestros sexos,
un segundo es suficiente para retarnos,
una vida no es suficiente para tenernos.

lunes, 9 de febrero de 2015

Teocráticas tentaciones

Soy mujer de un Dios llamado Baco
pendo en su bastón cual mariposa,
el aroma es el embeleso cotidiano
la miel nuestro vino más barato,
soy la llama que genera el milagro,
mi boca, receptáculo del sabor albino,
mi flor, mirto que le cobija en el letargo.

Nos embriagamos en Olimpos de vaho,
en el oráculo dejamos las últimas brazas,
no hace falta más que mirarnos para atacarnos,
para defenestrar el futuro y desgarrar el alma,
él infinito, yo universal y austera, somos el acto.

Me precipita, le alimento, me acata, le arrebato,
me somete, le maldigo, me quiebra, le canto,
me atesta, le vacío, me desangra, le descarno.

Así el amor entre mortales y divinos,
el amor que no es amor sino estallido.

Soy mujer de un Dios llamado Baco,

soy la muerte de un Dios llamado Baco

lunes, 26 de enero de 2015

De oficio follar

Mi oficio es el de la faena, el meneo,
el de brincar hasta mirar cerquita a Dios
por supuesto me refiero al dios de lo obsceno,
el de gritar desenfadada en lo oscuro,
el de callar cuando tengo en la boca el deseo,
llámame es afirmación y de nombre María,
cinismo mi segundo mote y caliente el tercero,
tú, eres libre de aclamarme como mejor quieras
mientras miras la dulce abertura de mi infierno.

Es cosa ortográfica, comer con G, amar con M de mujer,
perderme entre blanco enigma, en el tibio esmegma,
en la mata de gruesos rizos que tomo como trinchera,
con un beso que te diga que estoy en diluvio constante
y con un sexo que te alabe como sitio divino de Onán.

He andado tantos nombres sin haberme perdido,
buscando la materia que me haga suculenta fruta,
vallar embravecido, inhóspita y exacta, salvaje rijosa,
una naranja mordida, una ciruela jugosa y partida.

Mi oficio es estar al borde del acantilado,
en perpetuo socorro, en infinito ademán de hambre,
tú como fornicio perpetuo, yo de abajo a arriba,

si follar de esta forma es un atentado, soy la anarquía.

Vámonos a un mundo, al mío

Tengo mi boleto sellado camino a la chingada
lejos de esta ciudad en llamas y heridas queloides
me olvidaré de este aire lleno de ferrita y egos,
me tiraré al manjar de la locura con sus vicios
andaré ante las lenguas desnuda y sin testigos
gritando mis secretos lúbricos, mis placeres picantes,
llevaré como bandera una zanahoria transgénica,
y como canto libertario el clap, clap de mis tetas al aire.

Mi andanza será nómada, mi pasión una manzana
llena de Ádan, con dos orificios para fumar la paz,
suficientemente grande para llevarnos al pecado,
para amanecer pegados y desterrados hacia la mar.

Mi grito durará no más de 30 años en el exilio
y su eco perdurará mientras llega la eternidad,
entonces mi nombre será crucificado por blasfemo,

y daré escondite entre mis piernas a quien quiera rezar.

Detalles delatores

Voy buscando tu corazón en cada fantasma,
en la cima de una mentira y el centro de una manzana,
la razón de querer ser partida en dos justo por el medio
atravesada y hacia el horizonte aventando la mirada
tú detrás del enigma, dando vida a la llamarada.

Encuentros de culpa sin culpa de nostalgias,
nos miramos a cada rato y entre tanto tus manos palpan,
fungen como piel sintetizada adherida a mi estampa,
las manos como brazas, los brazos como espadas
las piernas son fusil y son ariete, en medio de ellas
quedaré callada amando con M y sin poder decir nada.

Eres a distancia un desconocido que cruza el alba
luego las sábanas te dibujan y esta humedad encalla,
mi boca es tu precepto perfecto,
tu marlo el final de mi infancia.






Fuimos, éramos

Si supieras cuantas veces mi locura me ha vuelto loca,
y cuantas otras por estar loca me enamoro como idiota,
no te digo que te amo porque amor te tengo y me lo guardo,
si no estás aún estando es porque mi loca idiotez te está matando.

Tú me ves a los ojos y no dices las palabras, me buscas,
me callas, en un recuerdo húmedo y sugerente me hallas,
me encuentras en un presente completamente ausente,
esperando que el amor carnal sea el que a mí me esté quebrando.

Amanezco en llamas sin quién administre este incendio,
te has ido, me he marchitado, nos hemos partido, olvidado,
en un lugar no muy lejano (tu ausencia) me he hallado.



Tu gusto que es el mío

Toma entre tus dedos la parte que más ames de tu cuerpo,
siéntela, sacúdela violentamente, si duele estás en el lugar correcto,
si no duele has encontrado el lugar correcto, nada es incorrecto.

Pretendamos que soy un reloj sin minutero,
y te doy ahora, hora tras hora, sin detenimiento,
te miento, me adelanto, me vengo encima,
te duermo, árido te despierto, me viertes y te vierto,
me calculas si el sol está en mí meridiano cero.

Ahora creamos que nos amamos como mozuelos
Y te acerco la cadera a dos minutos del fuego
que se asoma estrujado entre pliegue y talle,
entre muslos lánguidos pero fuertemente certeros,
volvamos a amarnos sin que te importe si soy

aérea o soy el tiempo, seamos el manjar suculento.